Hablar de empleo y desarrollo económico en Totana es hablar de agricultura. Se estima en un 8% del PIB el peso de la agricultura en la Región de Murcia, en nuestro municipio puede llegar al 30% al que habría que añadir otros sectores relacionados como el del pequeño comercio. Esto nos da una idea de la gran importancia de este sector en nuestro municipio teniendo en cuenta también que el sector AGRO está soportando mejor que otros las tensiones económicas derivadas de la pandemia de Covid-19.
La nueva agricultura intensiva de especialización hortofrutícola en Totana al igual que en el resto de la Región , inicia su desarrollo hacia 1970 teniendo su base fundamental en ventajas comparativas de localización geográfica y de dotación de recursos naturales y de factores de producción, destacando entre ellos los de carácter climatológico temperatura, insolación, luminosidad y la disponibilidad de un amplio fondo de tierra en el Valle del Guadalentín; además de recursos hídricos, procedentes tanto de aguas subterráneas como sobre todo de las expectativas creadas por el proyecto de trasvase del Tajo; y, por último, de fuerza de trabajo con un reducido coste unitario, que permiten cubrir los requerimientos iniciales del desarrollo del sistema.
Se produce una gran especialización productiva en torno a unos cultivos anuales determinados de hortalizas de verano sobre todo cebolla y pimiento de bola además de la alfalfa para alimentación animal y el cereal (Figura 1).
Por otro lado, la superficie de frutales también creció con la creación de nuevas plantaciones en ragdío de almendros sobre todo además de naranjos y mandarinos (Figura 2).
En este marco de especialización productiva a mediados de los años 90 asistimos a un proceso de crisis y reconversión que se caracterizó por la selección de nuevas orientaciones productivas especies y variedades. Ante la crisis del pimentón, del sector de la alimentación animal con alfalfa o el limitado mercado nacional de la cebolla se producen nuevas oportunidades como respuesta a los requerimientos de una nueva demanda a nivel de exportación de nuevas especies hortícolas como brócoli, lechuga y alcachofa (Figura 1). En los árboles frutales almendro, mandarino y naranjo son sustituidos sobre todo por uva de mesa y olivo (Figura 2).
En estos momentos nos encontramos ante un escenario de cambio climático que tiende a agravarse generando un alto nivel de incertidumbre que se sumaría a los problemas hídricos y de comercialización (Figura 3).
Teniendo en cuenta las fortalezas de la agricultura totanera y el buen saber hacer de sus agricultores y con las lecciones que nos ha dado la historia reciente no cabe duda de que la innovación en especies y variedades va a ser un factor importante a tener en cuenta para la adaptación de nuestra agricultura a las condiciones cambiantes del medio ambiente y el mercado. Se hace necesario el diseño de nuevas unidades de producción con un alto grado de tecnificación basadas en la aplicación combinada de tecnologías mecánicas y agroquímicas Además, esta reconversión productiva debe basarse en la innovación con nuevas especies y variedades mejoradas para una mejora adaptación de los cultivos a los ciclos y procesos productivos combinando diferentes tecnologías en un contexto de intensificación territorial y temporal de cara a un mayor grado de inserción en los mercados con una mayor adaptación a los requerimientos de la demanda global sustentando el proceso de especialización y de eficiencia que ha caracterizado la agricultura en nuestro municipio.
Pedro Martínez Gómez
Investigador CEBAS-CSIC, Murcia